A la hora de comer

Los famosos palillos chinos traen consigo varias leyendas de lo más interesantes. Una de las más populares es la que se llama Dayu Zhishui yu Kuaizi, que se remonta a la era de los reyes Yao y Shun.

Por mandato del rey Shun, el soldado Da Yu tenía como misión encauzar las aguas del río que estaban causando graves inundaciones en la población. 

El soldado juró que solucionaría este problema y, por ello, no paró ni un solo minuto hasta conseguirlo. Sin embargo, un día llegó hambriento a una pequeña isla y decidió cocinar carne en una olla. Cuando terminó, se dio cuenta de que no tenía cubiertos, por lo que cogió dos ramitas de un árbol y empezó a comer. Y esto es lo que hizo desde entonces.

Además, los palillos chinos albergan una serie de supersticiones a su alrededor. Por ejemplo, está mal visto clavarlos en el arroz, ya que recuerda en gran medida al acto de colocar incienso en los funerales. También es de mala educación golpear el plato con ellos, puesto que es lo que hacen los mendigos para pedir limosna. Si quieres aprender a comer con palillos chinos, puedes hacerlo con este interesante vídeo:

 

Por otro lado, la estructura del menú clásico chino se compone de unos tres o cuatro entremeses fríos que deben estar en la mesa antes de que los comensales lleguen. Una vez sentados todos en la mesa, se servirán los platos principales, entre los que no faltará el arroz y otras cuatro bandejas de platos calientes. Se suele servir, además, sopa a modo de acompañamiento. Muy importante es, además, limpiarse las manos con un paño caliente antes de empezar a comer.

Se considera de mala educación llenar demasiado los platos, remover el arroz dentro del cuenco, devolver una bandeja a la mesa sin haber cogido nada de ella y escoger los trozos de comida. Todos estos gestos, entre otros, están mal vistos porque dan a entender que no nos ha gustado la comida. Recuerda que tampoco debes dejar los palillos dentro del plato ni beber hasta que el anfitrión lo haya hecho.